Víctor Martínez Martínez - Mar, 24/01/2023 - 11:05
Inteligencia Artificial.
Hace unas semanas se publicó una entrada en este blog sobre la Inteligencia Artificial (IA), los campos a los que se aplica, ejemplos, riesgos o previsiones sobre su importancia futura [1]. Esa entrada, aunque aparezca una persona como autor, fue generada íntegramente usando ChatGPT [2], una herramienta de IA capaz de interactuar y conversar con personas y que ha alcanzado gran popularidad y repercusión desde finales de 2022 tanto en ámbitos académicos [3-4] como entre el público en general no relacionado a priori con la tecnología [5]. En la Figura 1 se muestra un ejemplo del funcionamiento de ChatGPT, en el que se ve cómo se utilizó para generar la entrada anterior.
Ejemplo de uso de ChatGPT. Fuente: Elaboración propia.
ChatGPT y OpenAI
ChatGPT es una herramienta desarrollada por OpenAI, una compañía creada en 2015, dirigida por Sam Altman y que tuvo a Elon Musk como uno de sus socios fundadores [6]. Además, cuenta en su equipo con grandes perfiles dentro del ámbito de la IA como Mira Murati, Brad Lightcap, Ilya Sutskever o Greg Brockman, entre otros. OpenAI investiga en el campo de la Inteligencia Artificial, y tiene por objetivo generar herramientas y entornos que ayuden al desarrollo y la investigación en este ámbito, centrado sobre todo en el aprendizaje por refuerzo, también conocido como «reinforcement learning». Entre sus múltiples herramientas, ChatGPT es una aplicación de GPT-3 (siglas de Generative Pre-trained Transformer 3), que es un modelo de lenguaje diseñado por OpenAI y que ha sido entrenado para reproducir textos que se asemejen lo más posible a la redacción humana.
Sin embargo, Open AI no trabaja únicamente en el ámbito del lenguaje, sino que también ha diseñado herramientas dentro del ámbito de la robótica (Dactyl o RoboSumo), la imagen (CLIP o DALL-E 2) o el audio (Whisper o MuseNet) [6].
Logotipo de OpenAI.
Otras compañías y herramientas de IA
Aunque existe una amplia variedad de tecnologías y ámbitos de aplicación, OpenAI no es la única compañía trabajando en el campo de la inteligencia artificial. DeepMind, empresa británica fundada en 2010 y que en 2014 fue adquirida por Alphabet (empresa matriz de Google), es otro gran exponente [7]. DeepMind enfoca su labor al desarrollo de sistemas mediante el aprendizaje automático, de manera bastante análoga a OpenAI, y ha desarrollado también una amplia variedad de tecnologías y productos. Entre éstos podemos nombrar desarrollos capaces de jugar a juegos de estrategia (AlphaGo o AlphaStar), de sintetizar voz (WaveNet y WaveRNN [8]), de crear programas de ordenador (AlphaCode [9]) o de realizar operaciones más específicas en ámbitos como la salud, el deporte, la biología molecular o la arqueología. Además, han creado Sparrow, una tecnología capaz de conversar con una persona de manera análoga a lo que hace ChatGPT de OpenAI: en este caso de momento solo han publicado un artículo en el que presentan la tecnología [10], pero se espera que en los próximos meses esté implementada una versión accesible para el público en general [11].
Logotipo de DeepMind.
En la figura 2 se muestra un mapa en el que se incluyen diversas compañías y tecnologías del ámbito de la Inteligencia artificial, aplicados a una amplia variedad de campos: chatbots, texto, imagen, vídeo, etc.
Mapa del entorno de Inteligencia artificial para diferentes áreas. Fuente: Antler.co.
Ejemplos de aplicación de ChatGPT
Una vez vistas las diferentes aplicaciones y posibilidades existentes en el ámbito vamos a presentar algunas aplicaciones y casos de uso de la inteligencia artificial, centrándonos en ChatGPT debido a la gran relevancia que ha adquirido en las últimas semanas.
La principal aplicación de esta herramienta es para conseguir algo similar a lo que se hizo en esta entrada sobre IA en el blog de la universidad [1]: la redacción de textos. En este sentido, ya se ha utilizado para la creación de textos periodísticos [12], se ha utilizado para anotar y resumir reuniones de trabajo [13], e incluso se ha empleado para hacer ciertos deberes o trabajos académicos [13-14]. Y yendo un poco más lejos, en las pasadas épocas navideñas usuarios la han utilizado para crear una felicitación navideña [14], o incluso un villancico [15].
Dentro del ámbito académico algunos autores ven la aparición de este tipo de herramientas como una revolución, a la cual hay que adaptarse igual que ha ocurrido en el pasado con otras innovaciones análogas a esta [16]. En este sentido Lluís Codina, de la Universitat Pompeu Fabra, propone en su blog una metodología para las aulas en las que herramientas IA como ChatGPT sean una herramienta más para el alumno, poniendo el foco en aspectos como la ética y el pensamiento crítico de los estudiantes [17]. En este sentido, bastantes personas ponen de manifiesto problemas de ChatGPT, que en general son problemas comunes a este tipo de herramientas de IA: no aseguran la veracidad de los datos, por ejemplo perpetuando ciertos clichés [18], tienen problemas de sesgo, como por ejemplo el sesgo de género típico en traducciones al castellano [18-19], así como otros tipos de errores que son comprensibles debido al modo en el que se ha generado esta tecnología [20].
Otra vía de aplicación de ChatGPT es el ámbito de la programación: en lugar de utilizarlo para producir textos convencionales, usarlo para producir código de programación en un determinado lenguaje para realizar ciertas tareas. En este ámbito se ha visto que hay otras soluciones con mejores resultados, como AlphaCode de DeepMind [12] o CodeWhisperer de Amazon Web Services (la nube de Amazon) [14]: esto se debe a que, al contrario que ChatGPT, las aplicaciones como AlphaCode o CodeWhisperer han sido diseñadas específicamente para generar código de programación. Además de para realizar bloques de código de programación al uso, ChatGPT también se ha utilizado para crear fórmulas de Excel [12] o para crear un videojuego 2D sin necesidad de poseer conocimientos técnicos [13] o programar un Tamagochi con JavaScript [5]. Sin embargo, conviene tener cuidado con este tipo de herramientas a la hora de generar código, ya que investigadores como este equipo de la Universidad de Standford han observado que los desarrolladores que utilizan este tipo de asistentes crean código más inseguro que los desarrollados por programadores que no utilizan asistentes [21]. Además, dentro del ámbito de la seguridad, varios usuarios han conseguido desarrollar malware utilizando ChatGPT: aunque por diseño ChatGPT filtra y no responde a preguntas o peticiones que la herramienta considera inapropiadas (por ser peligrosas o poco éticas, por ejemplo), se ha comprobado que es posible detectar vulnerabilidades y crear malware que explote dichas vulnerabilidades, como indican desde Check Point software, o autores como Elias Groll o Manuel Pascual [22-24]. Sin embargo, también se puede utilizar ChatGPT con el objetivo contrario, es decir, ayudar a securizar nuestro código, como se muestra en esta entrada del blog de Chema Alonso [19] o en este artículo de Genbeta [12].
Para terminar, quiero compartir algunos casos de uso más curiosos o divertidos: además de crear un villancico, como mencionamos anteriormente [15], hay usuarios que han usado ChatGPT para entrevistar al propio ChatGPT [25], como asesor para que les ayude a ligar en aplicaciones de citas [12] o para jugar a «Cuentos de ánimas», un juego de rol y carta [13].
Como conclusión, es interesante conocer este tipo de herramientas basadas en IA y sus posibles aplicaciones, así como sus problemas y debilidades, para de este modo minimizar sus posibles riesgos y sacar el mayor partido posible a las mismas.
Referencias:
[1] V. Martínez-Martínez, «Inteligencia Artificial – presente y futuro» 27 12 2022. [Último acceso: 23 01 2023].
[2] OpenAI, «ChatGPT» 2022. [En línea].[Último acceso: 23 01 2023].
[3] A. Azaria, «ChatGPT Usage and Limitations» 2022. [En línea]. [Último acceso: 23 01 2023].
[4] X. Zhai, «ChatGPT User Experience: Implications for Education» SSRN, 2022.
[5] «YouTube» [En línea]. [Último acceso: 23 01 2023].
[6] OpenAI, «OpenAI» [En línea]. [Último acceso: 23 01 2023].
[7] DeepMind, «DeepMind» [En línea].
[8] N. Kalchbrenner, E. Elsen, K. Simonyan, S. Noury, N. Casagrande, E. Lockhart, F. Stimberg, A. van den Oord, S. Dieleman y K. Kavukcuoglu, «Efficient Neural Audio Synthesis» arXiv, 2018.
[9] Y. Li, D. Choi, J. Chung, N. Kushman, J. Schrittwieser, R. Leblond, T. Eccles, J. Keeling, F. Gimeno, A. Dal Lago, T. Hubert, P. Choy, C. de Masson D’Autume, I. Babuschkin, X. Chen, P.-S. Huang, J. Welbl, S. Gowal, A. Cherepanov, J. Molloy, D. J. Mankowitz, E. S. Robson, P. Kohli, N. de Freitas, K. Kavukcuoglu y O. Vinyals, «Competition-level code generation with AlphaCode» Science, vol. 378, nº 6624, pp. 1092-1097, 8 12 2022.
[10] A. Glaese, N. McAleese, M. Trębacz, J. Aslanides, V. Firoiu, T. Ewalds, M. Rauh, L. Weidinger, M. Chadwick, P. Thacker, L. Campbell-Gillingham, J. Uesato, P.-S. Huang, R. Comanescu, F. Yang, A. See, S. Dathathri, R. Greig, C. Chen, D. Fritz, J. Sanchez Elias, R. Green, S. Mokrá, N. Fernando, B. Wu, R. Foley, S. Young, I. Gabriel, W. Isaac, J. Mellor, D. Hassabis, K. Kavukcuoglu, L. A. Hendricks y G. Irving, «Improving alignment of dialogue agents via targeted human judgements» arXiv, 2022.
[11] E. P. PortalTIC, «DeepMind prepara el lanzamiento de Sparrow, un chatbot para competir con ChatGPT» Europa Press, 19 01 2023.
[12] «GENBETA» [En línea]. [Último acceso: 23 01 2023].
[13] «Xataka» [En línea]. [Último acceso: 2023 01 23].
[14] «LinkedIn» [En línea]. [Último acceso: 23 01 2023].
[15] F. R. Villatoro, «E-Crismas 2022: A Chat-GPT le dije que escribiera un villancico» 21 12 2022. [En línea]. [Último acceso: 23 01 2023].
[16] L. Gómez, «Así va a revolucionar el GPT-3 la educación» 29 12 2022. [En línea].[Último acceso: 23 01 2023].
[17] L. Codina, «Cómo utilizar ChatGPT en el aula con perspectiva ética y pensamiento crítico: una proposición para docentes y educadores» 12 12 2022. [En línea]. [Último acceso: 23 01 2023].
[18] «Newtral» [En línea]. . [Último acceso: 23 01 2023].
[19] C. Alonso, «Un informático en el lado del mal» [En línea].[Último acceso: 23 01 2023].
[20] J. M. López, «ChatGPT no es perfecto: la letra pequeña de esta IA conversacional» 23 12 2022. [En línea]. [Último acceso: 23 01 2023].
[21] N. Perry, M. Srivastava, D. Kumar y D. Boneh, «Do Users Write More Insecure Code with AI Assistants?» arXiv, 2022.
[22] E. P. P. TIC, «ChatGPT y Codex de OpenAI se pueden usar para lanzar ciberataques dirigidos mediante emails y código malicioso» 20 12 2022. [En línea]. [Último acceso: 23 01 2023].
[23] E. Groll, «ChatGPT shows promise of using AI to write malware» 06 12 2022. [En línea]. [Último acceso: 23 01 2023].
[24] M. G. Pascual, «ChatGPT, la inteligencia artificial de moda, permite que cualquiera pueda lanzar un ciberataque» 27 12 2022. [En línea]. [Último acceso: 23 01 2023].
[25] E. Gent, «Hello, ChatGPT—Please Explain Yourself!» 09 12 2022. [En línea].. [Último acceso: 23 01 2023].
Editor: Universidad Isabel I
ISSN 2792-1794
Burgos, España
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