Sara Menéndez Espina - Mar, 30/08/2022 - 08:53
Bebé jugando.
Serie: 'Neurociencia educativa' (XXXV)
Cualquier tipo de acercamiento a las altas capacidades intelectuales ha de pasar, necesariamente por el conocimiento, entendimiento y estudio de las funciones ejecutivas. En este sentido se pueden encontrar múltiples definiciones que describen, con mayor o menor nivel de profundidad, el conjunto de funciones cerebrales que estas regulan. Autores como Tirapu-Ustárroz y Luna-Lario (2008) definen las funciones ejecutivas como aquellos «procesos cognitivos implicados en el control consciente de las conductas y los pensamientos», aspecto que transmite que se trata de una serie de mecanismos cerebrales que resultan básicos en la conducta cotidiana.
La flexibilidad cognitiva, la atención, la planificación, la monitorización, la fluidez (especialmente verbal), la inhibición de impulsos y la memoria de trabajo son algunos de los principales procesos asociados a estas funciones ejecutivas. A su vez, todos resultan necesarios en el proceso de aprendizaje escolar-académico y contienen la vertiente conductual y emocional. De esta manera, en las funciones ejecutivas se puede encontrar una de las razones por las cuales muchos niños con altas capacidades intelectuales suelen estar bajo la sospecha o el diagnóstico erróneo de presentar trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH), siendo del mismo modo uno de los múltiples factores contribuye a entender el bajo rendimiento, e incluso fracaso académico.
Niño asiático en edad preescolar interactuando con juguetes de madera.
Si bien es esperable que un perfil de altas capacidades intelectuales se relacione con una elevada fluidez, (como ocurre a la hora de crear ideas nuevas) o una eminente memoria de trabajo, lo que se observa es una heterogeneidad de casos donde predomina un bajo rendimiento en aquellas tareas relacionadas con la planificación, la atención y la inhibición de impulsos. En gran medida estos resultados se pueden asociar a una dominante creatividad que, cuando es estimulada, produce mayor presencia de ondas alfa implicadas en la reducción del proceso atencional (Sousa, 2009). En este sentido, Klimenko (2017) realiza un recorrido muy interesante por diversos estudios que relacionan creatividad y funciones ejecutivas, encontrando mayores niveles de creatividad entre personas con dificultades a nivel ejecutivo.
Sin embargo, generalmente los niños con alta capacidad intelectual presentan dificultades atencionales, alta impulsividad y unos procesos de planificación y organización de la información en cierta manera mermados. En este sentido un reciente estudio realizado desde la clínica Centro Ayalga (2020) evidenció que los niveles de funciones ejecutivas de una muestra con altas capacidades intelectuales son más similares a los resultados de perfiles TEA y TDAH, que a la población media.
Algunos de los instrumentos de medida que se pueden emplear para la evaluación de las funciones ejecutivas son el ENFEN: Evaluación Neuropsicológica de las Funciones Ejecutivas en Niños (Portellano et al., 2009), las subescalas de funcionamiento ejecutivo de CUMANES: Cuestionario de Madurez Neuropsicológica Escolar (Portellano et al., 2012) o la escala de observación BRIEF-2: Evaluación Conductual de la Función Ejecutiva (Maldonado-Belmone et al., 2017).
Finalmente, conviene tener en cuenta que las funciones ejecutivas son muy dependientes de la experiencia y del contexto, tanto por cómo se aprende a manejarlas, y así mismo, por los procesos cognitivos que se estén llevando a cabo en diferentes momentos. Es por todo ello por lo que, este patrón de déficit ejecutivo en las altas capacidades merece una especial atención, sobre todo en el trabajo diario con este tipo de perfiles.
Referencias bibliográficas
Centro Ayalga. (18 de mayo de 20210). Estudio sobre el funcionamiento cerebral en los niños de Altas Capacidades: Las funciones ejecutivas [Web].
Klimenko, O. (2017). Bases neuroanatómicas de la creatividad. Katharsis: Revista de Ciencias Sociales, 24, 207-238.
Maldonado-Belmone, M. J., Fournier del Castillo, C., Martínez-Arias, R., González-Marqués, J., Espejo-Saavedra, M. y Santamaría, P. (2017). BRIEF 2: Evaluación conductual de la función ejecutiva. TEA.
Portellano, J. A., Mateos, R. y Martínez, A. R. (2012). CUMANES Cuestionario de madurez neuropsicológica escolar. Madrid, Tea Ediciones.
Portellano, J. A., Martínez, R. y Zumárraga, L. (2009). ENFEN: evaluación neuropsicológica de las funciones ejecutivas en niños. TEA Ediciones.
Sousa, D. A. (2009). How the gifted brain learns. Corwin Press.
Tirapu-Ustárroz, J. y Luna-Lario, P. (2008). Neuropsicología de las funciones ejecutivas. Manual de neuropsicología, 2, 219-259.
Editor: Universidad Isabel I.
ISSN 2697-0481
Burgos, España.
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