Paula Rivas Ramirez Docente del Máster en Neurociencia y Educación.
Mar, 22/11/2022 - 10:06

Mujer sin dormirDificultades para poder dormir.

Serie: 'Neurociencia Educativa' (XXXIX)

Seguramente a lo largo de tu vida te habrán recomendado muchas veces que debes dormir unas siete u ocho horas cada noche, y que tu sueño debe ser de buena calidad, o que lo ideal es acostarte y levantarte todos los días más o menos a la misma hora. Además, es posible que hayas experimentado por ti mismo que un buen hábito del sueño mejora tu salud física.

Entonces, ¿es tan importante dormir bien?

La respuesta es sí, y éstos son varios de los motivos: Mientras duermes, tu cuerpo se recupera y se llena de la energía necesaria para poder afrontar un nuevo día con vitalidad. Por otro lado, dormir bien y las horas necesarias, es bueno para tu sistema inmune, es decir, mejora el funcionamiento del ejército de células y complementos que luchan diariamente para evitar que los microorganismos invasores nos venzan. Además, descansar bien reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, de sufrir un ictus y reduce la predisposición a tener obesidad y trastornos de la alimentación.

A nivel mental dormir es igual de importante. Un buen descanso reduce la probabilidad de padecer depresión, disminuye la irritabilidad y el mal humor ayudándonos a que las relaciones emocionales con los demás sean más calmadas y positivas. A todos nos ha sucedido que, después de una mala noche, nos cuesta concentrarnos en las tareas, somos menos productivos en el trabajo o no comprendemos ni memorizamos con la misma facilidad lo que nos está explicando el profesor.

¿Qué sucede en el cerebro durante la noche, que es tan importante para el cuerpo y la mente?

La respuesta está en la melatonina. La melatonina es, por excelencia, la hormona del sueño, que aumenta al llegar la noche provocando la relajación y la somnolencia típica que nos sucede un rato antes de ir a la cama, y hace que durmamos plácidamente. Además de inducir el sueño, también regula la concentración de otras hormonas como la serotonina y el cortisol (Míguez et al., 1994).

Las personas que tienen una buena calidad del sueño liberan mayor cantidad de serotonina y menor cantidad de la hormona cortisol, consiguiendo un balance hormonal que ayuda a que seamos más felices, estemos más relajados y tengamos menos probabilidad de caer en una depresión y de sufrir problemas cardiovasculares.

Por si fuera poco, durante la noche la melatonina también incrementa los niveles de la hormona de crecimiento (Nassar et al., 2007). Esta hormona no solo hace que los niños se vuelvan más altos y fuertes, sino que también en las personas adultas promueve la reparación de las fibras musculares dejando los músculos recuperados para comenzar un nuevo día.

Por otro lado, dormir bien se considera uno de los placeres más necesarios para que nuestro cerebro aprenda y memorice. Gran parte de lo que aprendemos durante el día queda grabado en nuestro cerebro durante un corto periodo de tiempo, es lo que llamamos “memoria a corto plazo”. Mientras dormimos, sucede el fenómeno de “consolidación de la memoria”, durante el cual parte de la “memoria a corto plazo” se convertirá en “memoria a largo plazo” para quedarse retenida en nuestro cerebro durante mucho tiempo o incluso para toda la vida. Por el contrario, cuando no dormimos, aunque sea solamente una noche, se reduce la actividad del hipocampo. Esta estructura, localizada en el centro del cerebro, es fundamental para la consolidación de algunos tipos de memoria. Una noche sin dormir conducirá a una disminución de la actividad neuronal en el hipocampo, y por ende, un empeoramiento en la memorización de aquello que hemos estudiado el día anterior.

Existen otras partes del cerebro localizadas en la región prefrontal (es la parte delantera de nuestro cerebro que se encuentra detrás de la frente) que están implicadas en la planificación de acciones, en el control de la atención, participan en la toma de decisiones y en la memoria de trabajo. Se ha  comprobado que cuando se priva a una persona de sueño durante una noche, esta corteza prefrontal no funciona correctamente al día siguiente, y la persona no es capaz de mantener una atención constante ni memorizar correctamente nuevas experiencias (Yoo et al., 2007).

En resumen, dormir bien es muy importante para memorizar lo que hemos vivido y estudiado el día anterior, pero también es importante para aprender y memorizar lo que vamos a estudiar al día siguiente. Además, mantener una buena calidad del sueño diariamente nos ayuda a tener el cuerpo fuerte y la mente más sana.

Referencias

  • Gonzalez A. (2021). Inmuno Power. Conoce y fortalece tus defensas. Madrid: La esfera de los libros.
  • Miguez J.M.,  Martin F.J. and Aldegunde M. (1994). Effects of single doses and daily melatonin treatments on serotonin metabolism in rat brain regions. J Pineal Res., 17(4):170-176. 
  • Nassar E., Mulligan C., Taylor L., Kerksick C., Galbreath M., Greenwood M., Kreider R. and Willoughby D.S. (2007). “Effects of a single dose of N-Acetyl-5-methoxytryptamine (Melatonin) and resistance exercise on the growth hormone/IGF-1 axis in young males and females”. Journal of the International Society of Sports Nutrition, 4:14, 1-13.
  • Yoo S.S., Hu P.T, Gujar N., Jolesz F.A. and Walker M.P. (2007). A deficit in the ability to form new human memories without sleep. Nature Neuroscience , 10, 385–392.

 

Editor: Universidad Isabel I.

ISSN 2697-0481

Burgos, España.

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